Gestión y Política Pública
En Rusia existe una limitación en la participación popular y social en la gestión de los asuntos públicos y económicos afectando a la participación cultural. ¿Pasará lo mismo en México? ¿Será México distante a lo que sufre la sociedad rusa?
La sociedad rusa veía al gobierno como el ente omnipotente y prepotente donde la censura de los medios de comunicación era práctica frecuente, en una economía en donde una cabeza “mente” planea de manera centralizada y autoritaria la economía.
Es limitada la libertad en una sociedad que reacciona “determinísticamente” a las instrucciones provenientes de la autoridad, en donde los intelectuales, técnicos y artistas tienen acceso limitado a las culturas foráneas. Ante estos hechos se pudiera afirmar que nos encontramos en un modelo de sistema de corte mecánico-biológico.
En este sistema determinista con una economía planificada centralmente no son consultados los ciudadanos, la ideología oficial es enseñada como dogma y el partido traza la línea oficial en todos los dominios de la cultura con censura en la misma, los intelectuales están aislados de sus colegas extranjeros y son limitadas las libertades.
De acuerdo a lo anterior podemos predecir el comportamiento de una sociedad con una débil democracia y mecanista, como menciona Ackoff, sus leyes causales que junto con su estructura interna y las indicaciones que se les dan determinan por completo su comportamiento, que son propias de sistemas mecanicistas.
En el ámbito de la gestión es recomendable que la URSS pase de un sistema mecánico-biológico a un sistema sociocultural espiritual, mediante una apertura económica al mundo, una mayor democracia y participación de los ciudadanos aunada a una mayor libertad económica y social.
Por su parte, el Dr. Mario Bunge en su Elogio a la curiosidad en su parte “Porqué murió la Unión Soviética” describe cómo los múltiples factores que estuvieron involucrados en la caída de la Unión Soviética y su orden social pueden agruparse en tres clases: políticos, económicos y culturales, y en los tres puede verse claramente incoherencia entre las condiciones reales que enfrentaba la URSS y su retórica comunista avanzada y moderna. Dice el Dr. Bunge, “comencemos observando cómo en el sistema político el ideal de una sociedad sin clases se vuelve incoherente con una drástica limitación de la participación popular en la gestión pública y una dictadura que dividió al pueblo en dos clases sociales: la elite del partido comunista ruso y las masas”.
Rusia experimenta un sistema que busca el convencimiento social de la ideología que ofrece, pero vive en una dictadura de partido en donde es incapaz de inspirar a la gente en los ideales del mismo como consecuencia de la desigualdad que arroja el sistema en comparación con otros, provoca que nadie esté entusiasmado y comprometido en una doctrina que ha perdido credibilidad y creado indiferencia, recelo y odio creciente a la ideología que busca lo contrario.
En el ámbito de la cultura gerencial, debiese recuperar el espíritu de equipo que les funcionó “espectacularmente” en actividades como la científica, cultural y deportiva, y hacer un esfuerzo porque esto se traduzca en sistemas productivos, competitivos, en lo que se refiere a los procesos de producción de bienes de consumo y servicios poniendo a disposición de la sociedad mas, y mejores, bienes a precios de competencia. Sus controles férreos y autoritarios debiesen ser transformados a los plásticos, flexibles e intensamente humanos, con la finalidad de evolucionar a una sociedad y sistema más avanzado y desarrollado.
Russell Ackoff menciona que el desarrollo es un incremento de la capacidad y de la competencia del sistema en cuestión. Tiene menos que ver con cuánto tenemos que con qué tanto podemos hacer con lo que tenemos, y se refleja mejor en la calidad de vida que en el nivel de vida[1] Es precisamente ese aumento en la calidad de vida de la sociedad rusa el que buscamos con el cambio del sistema mecánico al espiritual ecológico. Pero esto es una tarea de todos los ciudadanos de Rusia. ¿Y en México de quien será la responsabilidad? Ni los gobernantes saben y dicen "y Yo por qué?" Vicente Fox Ex-Presidente de México
[1] Ackoff, Russell L, El paradigma de Ackoff, crecimiento versus desarrollo, México, Grupo Editorial Noriega, Limusa-Wiley, 2002. Pp. 46
Mostrando entradas con la etiqueta Globalización. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Globalización. Mostrar todas las entradas
martes, 26 de mayo de 2009
Gestión Estratégica y Diseño Idealizado de Rusia
Gestión Estratégica

El diseño idealizado pretende partir de la delimitación de las condiciones reales de Rusia basadas en su historia, en su débil transición democrática y en el diagnóstico actual.
Se requiere de un diagnóstico o análisis que permitirá aproximarse al sistema actual ruso.
En sí, este diseño no abarca toda la complejidad que requiere un estudio científico la metodología aplicada es la teoría de sistemas según Ackoff, en donde el análisis no basta para entender el fenómeno, pero es una herramienta útil. Independientemente del análisis se requiere de síntesis para integrar todos los elementos y factores que afectan a la vida social, política, económica y cultural de Rusia.
Después de haber presentado el panorama de condiciones, se concretará de forma exhaustiva y con la mayor claridad posible, la utopía, es decir, la solución que pretenderá responder a la manera en que se conseguirán los fines del estudio de caso.
Por tanto, en este diseño intervienen los siguientes niveles de acuerdo a la siguiente figura:
Figura. Diagnóstico macro, inicial, desde el triángulo de efectividad organizacional:
Como se puede apreciar en las imágenes anteriores, toda experiencia humana se ve afectada por un sistema que, desde los niveles de Ackoff, señala un progreso desde el autocontrol hasta la ambientalización que empata con el diagnóstico del conjunto de condiciones reales (recursos y medios) para apuntar a un fin ideal en un cuarto nivel.
Dentro de este estudio, se utilizará una herramienta que Ackoff denomina “administración interactiva”, la cual será útil para entender que este diseño pretende apuntar hacia un destino específico que sí se puede alcanzar y que permite saber a dónde se quiere llegar, a diferencia de la “administración preactiva” por la cual se diseña un futuro que resulta incierto y sujeto a las condiciones del entorno. Se descartarán los tipos de administración “reactiva” (porque nuestra solución no pretende ser violenta, revolucionaria o a través de las armas) e “inactiva” (porque simplemente no se puede presentar un diseño diferente al sentido de la inercia actual).
Por tanto, se ha pensado diseñar un esquema de trabajo basado en Ackoff[1] en los siguientes puntos:
1. Diagnóstico de la situación real
1.1. Resistencias al cambio ¿democracia viable, paradigma por romper?.
1.2. Factibilidades.
1.3. Consenso y compromisos.
2. Diagnóstico de la situación ideal.
2.1. Incertidumbres.
2.2. Incentivos.
Capacidad de respuesta.
Cooperación, reducción de conflictos.
3. Diseño.
3.1. Planificación de los fines y brechas (planear nuestra eficacia y efectividad).
Visión de mediano y largo plazos del país.
Escenarios
Creatividad
3.2. Planificación de los medios (planear nuestra eficiencia).
3.3. Planificación de los recursos (planear nuestra eficiencia).
Dinero (costos, requerimientos de fondos), planificación financiera.
Gente
Consumibles
Tiempo
Datos, información, conocimiento, sabiduría y entendimiento disponibles
4. Planificación de herramientas de control y retroalimentación (aprendizaje y adaptación).
Algunas ideas para la utopía que Rusia necesita están orientadas a:
Lograr que el “poder sobre” (autoritarismo) se convierta en “poder para” (acuerdos voluntarios). Jorge Etkin dice que el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar, el poder se ejerce a partir de innumerables puntos y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias.
Rusia: ¿sistema o red? La respuesta es compleja y coexiste orden y desorden, razón y sin razón, armonías y disonancias. Lo complejo de la red tiene que ver con lo cambiante e incierto del medio ambiente en donde se desarrolla el sistema integrado por participantes con alto grado de cooperación y colaboración.
Gobernar por medio de consensos, no por mayorías que tienden a discriminan a minorías.
No se cree encontrar “la panacea a todos los males”, pero sí dar una aproximación realista y objetiva susceptible de aplicación.
Tomar “benchmarking” para encontrar aquellas mejores prácticas que induzcan a modelos de reingeniería de procesos, visión compartida, liderazgos transformadores.
Definir aquellos grupos de interés que deben participar para la reconstrucción idealizada.
[1] Cf. Recreando las Organizaciones; diseño de organizaciones para el s. xxi.

El diseño idealizado pretende partir de la delimitación de las condiciones reales de Rusia basadas en su historia, en su débil transición democrática y en el diagnóstico actual.
Se requiere de un diagnóstico o análisis que permitirá aproximarse al sistema actual ruso.
En sí, este diseño no abarca toda la complejidad que requiere un estudio científico la metodología aplicada es la teoría de sistemas según Ackoff, en donde el análisis no basta para entender el fenómeno, pero es una herramienta útil. Independientemente del análisis se requiere de síntesis para integrar todos los elementos y factores que afectan a la vida social, política, económica y cultural de Rusia.
Después de haber presentado el panorama de condiciones, se concretará de forma exhaustiva y con la mayor claridad posible, la utopía, es decir, la solución que pretenderá responder a la manera en que se conseguirán los fines del estudio de caso.
Por tanto, en este diseño intervienen los siguientes niveles de acuerdo a la siguiente figura:
Figura. Diagnóstico macro, inicial, desde el triángulo de efectividad organizacional:
Dentro de este estudio, se utilizará una herramienta que Ackoff denomina “administración interactiva”, la cual será útil para entender que este diseño pretende apuntar hacia un destino específico que sí se puede alcanzar y que permite saber a dónde se quiere llegar, a diferencia de la “administración preactiva” por la cual se diseña un futuro que resulta incierto y sujeto a las condiciones del entorno. Se descartarán los tipos de administración “reactiva” (porque nuestra solución no pretende ser violenta, revolucionaria o a través de las armas) e “inactiva” (porque simplemente no se puede presentar un diseño diferente al sentido de la inercia actual).
Por tanto, se ha pensado diseñar un esquema de trabajo basado en Ackoff[1] en los siguientes puntos:
1. Diagnóstico de la situación real
1.1. Resistencias al cambio ¿democracia viable, paradigma por romper?.
1.2. Factibilidades.
1.3. Consenso y compromisos.
2. Diagnóstico de la situación ideal.
2.1. Incertidumbres.
2.2. Incentivos.
Capacidad de respuesta.
Cooperación, reducción de conflictos.
3. Diseño.
3.1. Planificación de los fines y brechas (planear nuestra eficacia y efectividad).
Visión de mediano y largo plazos del país.
Escenarios
Creatividad
3.2. Planificación de los medios (planear nuestra eficiencia).
3.3. Planificación de los recursos (planear nuestra eficiencia).
Dinero (costos, requerimientos de fondos), planificación financiera.
Gente
Consumibles
Tiempo
Datos, información, conocimiento, sabiduría y entendimiento disponibles
4. Planificación de herramientas de control y retroalimentación (aprendizaje y adaptación).
Algunas ideas para la utopía que Rusia necesita están orientadas a:
Lograr que el “poder sobre” (autoritarismo) se convierta en “poder para” (acuerdos voluntarios). Jorge Etkin dice que el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar, el poder se ejerce a partir de innumerables puntos y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias.
Rusia: ¿sistema o red? La respuesta es compleja y coexiste orden y desorden, razón y sin razón, armonías y disonancias. Lo complejo de la red tiene que ver con lo cambiante e incierto del medio ambiente en donde se desarrolla el sistema integrado por participantes con alto grado de cooperación y colaboración.
Gobernar por medio de consensos, no por mayorías que tienden a discriminan a minorías.
No se cree encontrar “la panacea a todos los males”, pero sí dar una aproximación realista y objetiva susceptible de aplicación.
Tomar “benchmarking” para encontrar aquellas mejores prácticas que induzcan a modelos de reingeniería de procesos, visión compartida, liderazgos transformadores.
Definir aquellos grupos de interés que deben participar para la reconstrucción idealizada.
[1] Cf. Recreando las Organizaciones; diseño de organizaciones para el s. xxi.
viernes, 12 de diciembre de 2008
México en la Globalización
Negocios Internacionales










“Somos, por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres”
Octavio Paz.
En tiempos de incertidumbre y cambio sin precedente en el contexto internacional los mexicanos están buscando la identidad del pretendido ser y la dignidad de decir al mundo soy orgullosamente cien por ciento mexicano.
Octavio Paz.
En tiempos de incertidumbre y cambio sin precedente en el contexto internacional los mexicanos están buscando la identidad del pretendido ser y la dignidad de decir al mundo soy orgullosamente cien por ciento mexicano.
En el devenir de los tiempos el mexicano ha demostrado un rostro diferente, opaco y sin ambiciones, es momento de que se alce erguido y camine de frente con la autoestima fortalecida y con aires de triunfador, como un guerrero de mil batallas o un príncipe de la tierra noble y bondadosa.
En el mundo globalizado y estrechamente intercomunicado el Mexicano requiere de imaginación y creatividad para tener una visión de liderazgo y competitividad internacional, simultáneamente debe encontrar la manera de proyectar una imagen de un individuo civilizado, moderno y diferente ante todos los demás hombres.

La percepción que tiene occidente de los mexicanos es estrecha y diferente a la del resto del mundo. En ocasiones esa imagen es difusa y borrosa ya que el mexicano no ha tenido la urgencia de demostrar al mundo realmente quien es, como vino a donde va y sobre todo que va hacer en la vida. Para aventurarnos en definir el rol del mexicano ante el proceso de globalización, deberíamos revisar la historia moderna y reconocer como se ha visto desde el exterior al país y a sus habitantes.

Algunos mexicanos han roto el estereotipo del clásico mexicano ya que han tenido la oportunidad y el reto de abrirse paso en este laberinto globalizado en donde se requiere de soñar despierto, caminar sin tropezar, con pasos firmes y actitud de cambio. Sin perder el rumbo de su identidad nacional y raíces aztecas y españolas. En sentido estricto el mundo no conoce realmente a un mexicano ya que es un mito viviente y en ocasiones lejos de ser moderno y audaz es dicharachero, tradicional, amable y místico.
Debemos reflexionar y preguntarnos ¿que es un mito? La respuesta elocuentemente la tiene Lévi-Straus en donde menciona que “todo desciframiento de un mito es otro mito”. Y como ha dicho Malraux “los mitos no acuden a la complicidad de nuestra razón, sino a la de nuestros instintos”.


Según Octavio Paz para el mexicano existe una relación entre el mito y la soledad, el sentimiento de soledad no es una ilusión –como a veces lo es el de inferioridad- sino es la expresión de un hecho real: es, de verdad, distinto, diferente y sin lugar a dudas esta solo, sus héroes están hechos del cosmos y reencarnan en la naturaleza viviente, así mismo están llenos de amor y paciencia, fecundidad y romanticismo, silencio y esperanza, muerte y resurrección, los líderes han sido mártires de la vida, en sí el mexicano es heroico, ha llegado tarde a todas partes, se ha perdido en un inmenso laberinto, nació tarde en la historia, pero según el gran maestro Jesucristo existe una esperanza ya que “el último será el primero”, en este contexto por primera vez el mexicano puede ser el primero en su clase, tiene la gran oportunidad de demostrar al mundo lo diferente y especial de su ser ya que tiene un pasado rico y famoso.

Aunque lamentablemente ha escupido sobre sus restos, sus cenizas han sido profanadas, sus pueblos se echaron a dormir durante siglos y mientras dormían fueron robados, ultrajados, saqueados de su dignidad y honra, andan en andrajos pidiendo limosna al ingrato y poderoso del Norte, sus comunidades son marginadas y pobres, abandonados y olvidadas por el progreso, no han logrado salvar la belleza de sus lugares, la riqueza de sus tradiciones, en ocasiones los habitantes han tenido que abandonar la misma tierra que los vio nacer, crecer y seguramente no los vera morir, sin querer se han marchado mirando al norte y olvidando el sur de sus amores con el pretexto de conseguir trabajo y en cambio han sido despreciados y humillados, desposeídos de toda dignidad humana y tratados peor que animales salvajes, se han apuñalado unos a los otros, se están asfixiando lentamente se olvidan de sus orígenes, de sus valores, han despreciado su lengua y tez morena, no han respetado sus creencias por que no han tenido la oportunidad de aprender a pensar con verdadera libertad, no han conocido la verdad y están aburridos de las mismas promesas, se han vuelto apáticos y sin ambiciones.

En el México moderno una de las razones de la incapacidad para la democracia es la estrecha capacidad crítica, recordando que la crítica del otro comienza con la crítica de uno mismo, ser uno mismo es, siempre, llegar a ser ese otro que somos y que llevamos escondido en nuestro profundo interior.

Octavio Paz afirma que “México es una nación que, dentro de la civilización occidental, ocupa una posición excéntrica castellana rayada de azteca” según López Velarde. Vivimos en una modernidad desconcertante ya que México sigue siendo un país de escandalosas desigualdades, seguimos siendo un territorio de diferencias irreconciliables: entre el norte y el sur, el campo y la ciudad, la empresa y el changarro, el blanco y el moreno, entre el rico y el pobre, el estudiado y el analfabeta, el alto y el chaparro, el chilango y el provinciano, entre la izquierda y la derecha.

México se ubica en la frontera del caos, en el límite del desorden, de la ingobernabilidad, en donde la corrupción y el narcotráfico pueden apoderarse del país entero, la única salida para cambiar este porvenir desastroso es la esperanza y compromiso del propio ciudadano.

México es el país de los milagros; en donde el pobre puede ser inmensamente rico, el rico muy pobre, el héroe es un villano y los delincuentes son famosos y honorables hombres de negocios, en donde no se castiga el delito, en cambio se castiga severamente a la pobreza, en donde la religión es un tabú y el fútbol una ilusión de grandeza, en las ciudades habitan algunos religiosos hipócritas y embusteros, los cristos ensangrentados de las iglesias pueblerinas hacen su aparición, los políticos son pillos y ensalzados, en donde el humor macabro recuerda la ironía de un pueblo pobre y feliz, el engaño y la mentira son parte de los medios masivos de comunicación, los mexicanos tienen costumbres añejas como las del 2 de noviembre en donde comer panes y dulces que fingen huesos y calaveras es una tradición y fiesta, embriagarse de éxtasis y gritar el 16 de septiembre es dejar que el alma exprese con voz ronca y diga viva la independencia, soy mexicano y ¿qué?.

En el México del progreso aún se edifican chozas pobres, con techos indelebles, con piso de tierra, sin agua potable, en los caminos rurales las vacas y los asnos se juegan la vida en cada instante, el hambre ataca sin clemencia a los niños y en la sierra se aprende a convivir con narcotraficantes y bandidos que son más benévolos que algunos miembros del ejército que inclusive maltratan a campesinos y mujeres, sí mujeres con rebozos, analfabetas, castigadas por el pasado y el presente, descalzas, golpeadas, hambrientas, con muchos hijos y sin dignidad, en los pueblos se veneran altares con muñecos de peluche de procedencia china, indios santos y vírgenes por todas partes.

En el corazón de la gran Tenochtitlan aquella ciudad que alguna vez impresionó a los conquistadores españoles existe un México enterrado pero vivo, que grita y se enmudece, que tiembla para llamar la atención de los habitantes de la ciudad mas grande y contaminada del mundo, los mexicanos, hombres y mujeres, son un universo de imágenes, deseos prohibidos por tradiciones oxidadas por el tiempo e impulsos sepultados en el cosmos, se puede respirar un aire del pasado en donde la represión fue parte de la vida cotidiana, el ambiente es de incertidumbre y expectativa existen algunas inhibiciones, recuerdos, apetitos y sueños que han sido eso, sólo sueños, bien decía Calderón de la Barca“los sueños, sueños son”.


Suscribirse a:
Entradas (Atom)